Salud

Científicos chilenos han descubierto una posible forma de diagnosticar el mal de Alzheimer a través del ojo

Un estudio reciente publicado en Nature’s Scientific Reports demostró que el método aplicado a modelos matemáticos puede detectar la presencia de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, antes de que aparezcan sus síntomas característicos.

La enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas son difíciles de diagnosticar a tiempo. Sin embargo, un equipo de investigadores chilenos ha realizado un estudio que puede brindar una forma innovadora de investigar la enfermedad a través de los ojos. Principalmente a través de señales eléctricas generadas en la retina en respuesta a diversos estímulos visuales. El artículo se publicó recientemente en Nature’s Scientific Reports. Allí, este grupo de profesionales de la salud e ingenieros, integrado por Joaquín Araya-Arriagada; Sebastián Garay, Cristóbal Rojas, Claudia Duran Anyots, Adrián Palacios; Max Chun y Lionel Medina lograron establecer la relación entre la función de la actividad eléctrica y la aparición temprana del tipo de demencia que afecta a cerca de 35 millones de personas en el planeta a través de modelos matemáticos. “Lo que hicimos en este estudio fue modelar matemáticamente un concepto que se encuentra en la fisiología, llamado ‘complejidad’. La idea es que la complejidad del cerebro disminuye con la edad o la enfermedad. Cristóbal Rojas, uno de los investigadores del estudio y docente del Instituto de Matemáticas e Ingeniería Computacional de la Universidad Pontificia Escuela Católica de Chile (IMC).

Según Rojas, quien también tiene doctorados en matemáticas e informática, la «complejidad» es difícil de entender o medir matemáticamente. Sin embargo, hay algunas huellas o huellas que deja esta complejidad que se pueden medir. “Lo que hacemos es usar o adaptar un instrumento que, basado en el concepto de entropía, mida no exactamente esa complejidad, sino el grado total de perturbación. Hay diferentes partes que se unen en diferentes niveles para crear este comportamiento complejo”, explica.

En este contexto, en este estudio en particular, se podrían medir estos parámetros para dos grupos de ratones: uno que fue modificado genéticamente para desarrollar la enfermedad y el otro que estaba sano. A ambos grupos se les mostraron diferentes estímulos visuales, como luz de distintas intensidades, y un vídeo en primera persona de un paseo por el bosque, para medir la actividad eléctrica en la retina. “Esta actividad eléctrica, con el tiempo, pinta un modelo al que le aplicamos la medida de entropía que nos permite estimar la complejidad”, explica Rojas.

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